sábado, 14 de febrero de 2015

LA TRISTEMENTE CELEBRE OBJECCIÓN DE CONCIENCIA

Bochornoso, por decirlo menos, es el triste espectaculo que se da en Venezuela con las arbitrarias e innecesarias demostraciones de violencia e intolerancia que muestra quien ejerce el poder (la verdad a esta altura no podría atreverme a llamarlo presidente, ni si fue realmente ejegido de manera popular, aunque lo dudo, mas bien de manera fraudulenta) contra quienes valerosamente han decidido hacerle oposición y han tomado las banderas democráticas como únicas armas de defensa. 

Ya no importa realmente tanto si el pueblo venezolano tiene papel higienico o no, si tiene arroz o no, si tienen leche y huevos o no, si la inflación es alta o no, si la tasa de cambio es justa o no; lo que realmente importa es que se esta violando fragantemente el estado de derecho y destruyendo la legitimidad de las instituciones para perseguir, amedrentar y acallar a quienes disienten de la forma en como es gobernada su patria. Creo personalmente que el derecho a la opinión, a la sana discrepancia, junto con la dignidad, debería ser lo último que se pierda como ser humano, sin embargo, lo que estamos perdiendo todos los latinoaméricanos ahora, y que ya perdieron casi todos los venezolanos (sino la mayoría), es la "verguenza". Y digo que todos los latinoaméricanos porque no puede ser que ese gobierno de "montaje" que lleva las riendas de venezuela  ha logrado coaccionar a casi todo el continente con amenazas, con cortinas de humo, con descarados chatajes para que todos los supestamente democratas gobiernos latinoaméricanos se sienten a observar "pavidamente" como se persigue y se destruyen los derechos de los ciudadanos de ese país y de todo ser humano, logrados hace tanto tiempo por toda la humanidad. 

 Por mucho menos que lo que ha pasado en Venezuela, la comunidad internacional se ha movilizado y ha tomado medidas como bloqueos economicos, comisiones de observación e incluso acciones diplomáticas directas y disuasivas para que quienes obstentan el poder se ajusten a las normas del derecho internacional, pero ahora no pasa nada, nada; es pasmoso el silencio internacional, y desesperanzador. Pero parece que la doble moral humana no puede tener mayor representación, o por lo menos en la historia de Amérca. Aparentemente el único país que tiene la capacidad de realizar acciones retaliativas es EEUU y solo ha cancelado algunas visas a lideres del gobierno y cancelado derechos de permanencia y tenencia de activos económicos en este país. Y hablo del país que caza peleas con todo cuanto quiere mostrar un poco de independencia y se pasea por el mundo tumbando verdaderas democracias en función de sus deseos geopolíticos y económicos. Sin embargo esto es exiguo para lo que se requiere en materia del restablecimiento del orden social, y no se trata de si debe ser un país de izquierda o de derecha, capitalista o socialista, o del modelo a escoger para llegar a este fin, se trata del respecto a las libertades individuales, ademas de libertades políticas que le asisten a todo ciudadano desde la declaración universal de los derechos humanos.

También es doloroso que Colombia, al suavizar su posición internacional con el nuevo gobierno en aras de mejores relaciones internacionales, se haga complice de tan aberrante caso. Es claro que la posición grosera, contestataria y poco calculadora del anterior mandatario puso en muchos aprietos a nuestro país, y al borde por lo menos de aislamiento total de la nación de una gran mayoría de paises del continente, pero de ahí, a adoptar una posición casi de complacencia ante la situación de ese país, es doloroso, no se oye ni siquiera una nota de cancilleria con mensajes de preocupación y llamado a las partes, de exposición del caso ante organismos internacionales, parece que ya el país le tuviera "miedo" al "chavacan" de Maduro y a su grupo de "amiguitos" revolucionarios en otros paises de esta misma región, como si se le debiera mucho a Rafael Correa, a Evo Morales, a Daniel Ortega o Cristina Fernández. 

De no hacer nada y observar inmutables como se atropella la democracia en Venezuela, adonde miraremos cuando algún "pelafustán" intente volver a destruir la nuestra?, tristemente debo recordar que como reza el adagio "lo que va, viene"

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