jueves, 18 de febrero de 2016

LA DINÁMICA DE LA ECONOMÍA COMPARTIDA Y LOS NUEVOS RETOS SOCIALES

Decia Peter Drucker, el padre de la administración moderna,  que el mayor efecto de la "revolución informática" no era la "información" en si misma, ni el desarrollo de la "inteligencia artificial", ni siquiera el desarrollo de los computadores y su uso para el procesamiento de la información y la toma de decisiones. El mayor efecto de esta "revolución" era a su criterio el nacimiento del "comercio electrónico" que cambio de un plumazo la distribución de bienes y servicios, borró las barreras geográficas, idiomáticas y la manera en la que las empresas ven el mundo.

Los recientes sucesos presentados en la ciudad de Bogotá con la persecución de automóviles del servicio UBER por parte de conductores de los taxis o "amarillos"es solo la punta del ICEBERG de un problema "más grande" derivado de los cambios sociales de los últimos años y de la masificación del uso de internet como herramienta para el comercio, que nos llevará a reflexionar sobre que tan rápido estamos reaccionando a las realidades actuales y los problemas que se nos avecinan. 

                                     *Imágenes propiedad del Canal Caracol

Los servicios como el de UBER que son mediados por la aplicación de las tecnologías de las información y las telecomunicaciones hacen parte de una tendencia global llamada "economía compartida", cuyo principio básico es que no es necesario poseer el bien o "activo" para disfrutar de él, y que quien lo tiene puede compensar sus gastos de mantenimiento y financiación mediante la explotación del mismo con solo facilitarlo a otras personas para su uso.la novedad de este nuevo modelo de economía es que se caracteriza por el alto nivel de informalidad pues en su mayoría el oferente y el demandante se encuentran a través de redes sociales o aplicaciones para teléfonos inteligentes y medios de pagos electrónicos, lo cual hace muy fácil, rápido y económico este tipo de contacto (macth) y dificulta en gran manera la regulación y el control por parte de las autoridades administrativas locales. Son famosos a nivel mundial los modelos de negocios que median a través de una APP o aplicativo para teléfonos no solo UBER, sino también como AIRBNB, una aplicación que ofrece servicios de alquiler de habitaciones económicas para viajeros o LYFT que facilita compartir trayectos de viaje en carro, por mencionar algunos. 

Esta realidad nos ha estallado en la cara (literalmente), y sin embargo no se está dimensionando la verdadera realidad de la situación y sus repercusiones. En verdad estamos ante una disyuntiva bastante difícil para el estado Colombiano (solo con los taxis), que por un lado propició buena parte del problema, y por el otro es el llamado a tener que solucionarlo. Me explico, al servicio de taxis se les dio desde hace tiempo el monopolio del servicio de carreras individuales dentro del modelo de transporte multimodal en las ciudades y se controló a través de cupos otorgados por los gobiernos locales y administrados por empresas cuyos integrantes eran los mismos dueños del negocio, (un cóctel un poco peligroso del cual ya se ven los resultados) desentendiéndose de las realidades del mercado (que debería regular oferta y demanda como se supone que impera en nuestro modelo económico) y alternado mediante regulación un servicio que nunca debió ser regulado de esa manera. El resultado es simple, las administraciones locales cedieron a las presiones económicas de los transportadores restringiendo y congelando la asignación de cupos, o por temor a las mismas nunca le "metieron mano" al tema, consecuencia de esta escasez artificial un cupo de taxi cuyo único costo debería ser los gastos de papeleo y legalización terminó costando en el caso de nuestra ciudad más de 100 millones de pesos, un valor absurdo, ademas se concentró y casi que se privatizó este servicio al punto que se hace imposible en este momento alterar este modelo sin generar un conflicto social de proporciones dantescas. con un costo de entrada como ese, hacer rentable un negocio como el del taxismo frente a modelos más eficientes como el de UBER es imposible y lo que veremos en adelante será la degradación de un conflicto social entre quienes tienen el monopolio y se dedicaron a usufructuarlo sin la más mínima preocupación por el valor agregado y la satisfacción del cliente, y quienes planean alternativas mas económicas y agradables, conflicto que hasta el momento solo ha estallado en la ciudad de Bogotá, que aun no deja perdidas humanas que lamentar, pero no está muy lejos de ese punto.

La diatriba es entonces mayor cuando se trata de regular un modelo de negocio como UBER que es mediado por la tecnología, con las dificultades que esto implica, y que ofrece una alternativa seria (en todo el mundo) para los usuarios y para los asociados, o tratar de enderezar un modelo de negocio monopólico, paquidérmico, que no ha evolucionado en décadas mas allá de renovar un equipo, que explota al trabajador y no le da garantías, que ha servido para enriquecer a unos pocos que aprovecharon su posición dominante para tratar de conservar su "Status Quo" y que ademas empieza a quedarse corto en alternativas de servicio para el usuario, quizás lo que lo mantenía vigente. Prueba de lo anterior son las tristes imágenes de conductores impotentes tratando de impedir que la sociedad progrese por el simple hecho que en condiciones de libre competencia, no son capaces de sobrevivir. 

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