martes, 19 de mayo de 2020

El "Postcovidtalísmo"

EL POSTCOVIDTALÍSMO


                                            Fuente: Archivo personal

No es una utopía creer que la situación que hoy vivimos tendrá efectos importantes en el modelo económico y social que nos ha regido, por muy sutiles que parezcan los cambios a los que hoy hemos sido sometidos por la pandemia, estos afectan algo muy importante para toda sociedad, su pensamiento colectivo. 

Al momento de escribir estas líneas, la pandemia del COVID-19 ha colonizado buena parte del planeta y tiene a casi la mitad de la población global en condición de cuarentena o confinamiento para contener su avance y reducir el impacto en muertes que puede tener de no tomarse este tipo de medidas. De repente, palabras como "cuarentena", "confinamiento" o "distanciamiento físico o social" se convierten en términos comunes. datos globales sobre el particular precisan que a día de hoy 19 de mayo de 2020 existen 4.963.652 personas diagnosticadas con el virus, han fallecido 323.398 personas y se han recuperado 1.948.171 personas más (worldometer, 2020). 

Las cifras expresadas anteriormente si se revisan sin comprender el contexto suenan ridículas en comparación con una población de 7.785.000.000 millones de personas, sin embargo, hay que entender todo el contexto para darse una idea de la magnitud del problema de salud pública, o del impacto global que tendría no tomar las decisiones que muchos gobiernos hoy han tomado y defienden o que otros no han tomado e intentan minimizar. La pandemia en sí misma no amenaza la subsistencia del hombre en la tierra, ni es el fin de la raza humana como se le podría hacer ver, pero de no controlarse podría tener consecuencias importantes para cada una de las sociedades de acuerdo con la composición, tamaño y cultura. 

En este caso no me voy a centrar en hablar de las políticas asumidas desde cada gobierno o país y si son acertadas o no, sino que me centraré en tratar de analizar el futuro de la sociedad en general (más particularmente en el caso colombiano) en tres aspectos básicos que son: la economía del post covid-19, que lo haré en esta primera entrada, los cambios culturales y sociales que puede generar en el siguiente post, y por último los retos que se deberán superar en el futuro para prevenir o mitigar este tipo de situaciones en el tercer y último post relacionado con el tema. 

LA ECONOMÍA POSTCOVID

Si algo se ha puesto en crisis debido a la repentina aparición del coronavirus Covid-19 y a su potencial devastador, es la economía. durante casi un siglo (desde la crisis de los años 30) ha imperado un modelo capitalista (principalmente desde que Estados Unidos se convirtió en el imperio dominante), que se caracterizó por impulsar el retiro del estado de múltiples ámbitos donde la economía de mercado "supuestamente" podría operar mejor que la burocracia (neoliberalísmo); y aclaro, no es que esté de acuerdo con el "estatalismo la economía", pero en las actuales condiciones, de poco ha servido un aparato producto y financiero al que se tiene que rescatar con dineros públicos so pena de colapsar la economía completa, de donde resulta la pregunta: ¿Porqué siempre se privatizan las utilidades y las pérdidas se hacen públicas?

Durante el tiempo que ha perdurado este modelo económico se han promovido la destrucción de los lazos de la organización con sus integrantes, se externalizaron los costos reales y se deterioró la capacidad económica de la clase media, al mismo tiempo que la globalización le dio un poder enorme a las organizaciones con capacidad económica para chantajear a los gobiernos y obligarlos a aprobar políticas cada vez más laxas en impuestos y costos de mano de obra so pena de trasladar sus factorías a otras latitudes. Hoy, producto de este tipo de "fast economy" muchas personas trabajan por horas o actividades y tienen una economía del día sin importar si son profesionales o rebuscadores. En Estados Unidos, cuna y ejemplo del capitalismo, según CNN se han presentado al menos 30 millones de solicitudes de subsidio al desempleo (CNN, 2020) en lo que va de la emergencia, es decir, poco más de dos meses, lo que refleja un impacto importante de la pérdida de garantías sociales del empleado a cargo del empleador y su repercusión en las finanzas públicas. Otro aspecto que agrava la situación es la des-intermediación creada por el uso intensivo de las tecnologías de la Información y las Telecomunicaciones -TIC- y el nacimiento de grandes plataformas económicas como UBER, CABIFY, AIRBnB, RAPPIm, etc que prácticamente "formalizan" el auto empleo sin garantías y sin que estás se asuman por parte del estado. El resultado, autoempleo con bajos ingresos, pagos al día o por actividad sin garantía de continuidad, desprotección en enfermedad e incertidumbre laboral y por ende, familiar. 

Una vez más aclaro, no estoy en contra del uso de la tecnología en el desarrollo de modelos de negocio y considero que las plataformas tecnológicas son una gran herramienta para suplir necesidades de la sociedad con menor costo y más eficiencia, pero así mismo se requieren políticas públicas que compensen estos desbalances generados y planteen alternativas para la protección de la población, que finalmente es el capital más importante que tenemos como sociedad y como país para competir. Aclaro además, que creo que es posible una economía donde las empresas ganen dinero, generen riqueza y aun así paguen salarios justos e impuestos, la historia lo ha demostrado.

Si la situación era precaria y compleja antes de la pandemia, la pos-pandemia no lo hace más fácil. la cuarta revolución industrial estaba esperando un momento estelar para emerger y ha sido precisamente este, con la mitad de la población en "confinamiento". La automatización de la mano de la robótica, el big data análisis, la inteligencia artificial y la computación en la nube será más que un hecho, todas aquellas fábricas que hoy están cerradas han acelerado sus procesos de automatización para ser competitivas, pues quienes ya iniciaron el proceso están un paso adelante de ellas. El resultado, más población empujada a la formalidad y la precariedad laboral. Otro aspecto preocupante es que una porción importante de las economías modernas dependen en buena parte del consumo, del ocio y del esparcimiento, actividades que no se espera que se reactiven pronto, por lo que cafés, bares, discotecas, sitios turísticos, etc., pueden estar cerrados un buen tiempo y esta población seguramente tardará en tener la posibilidad de generar un ingreso real, más allá de si reciben un auxilio estatal o no. Esto plantea un espiral de caída en ingresos y consumo que probablemente lleve a la quiebra a las empresas que alcancen a salir de la primera fase, ya que las escalas de producción y consumo son las que sostienen estos negocios, que en muchos casos necesitan volúmenes importantes de ventas y utilidades para desarrollar las innovaciones que las hacen competitivas. 

Por otro lado, en términos macro económicos el panorama no parece más alentador, la mayoría de los países abandonaron el patrón oro hace ya varias décadas y a partir de las sucesivas crisis económicas recientes se inicio lo que se denomina un proceso de "relajación cuantitativa", que no es otra cosa que imprimir y poner en circulación una mayor cantidad de dinero efectivo en el público para dar tranquilidad a la población. No obstante las buenas intenciones, esto tiene efectos negativos importantes como la devaluación de las monedas, la pérdida de la confianza en las instituciones y el cuestionamiento al buen manejo de la economía en general, pues dichas emisiones se han realizado en gran parte para favorecer a sectores privilegiados por los gobiernos o en conflicto con la sociedad en general y sus intereses. Para dar un ejemplo, el gobierno de Barack Obama en su momento puso en circulación unos 700 mil millones de dólares en calidad  de rescates a instituciones financieras que generaron la crisis económica de 2008 construyendo y comercializando bonos basura compuestos por deuda hipotecaria de difícil recuperación, por cuyo caso nadie fue a la cárcel, y probablemente dichas empresas merecían quebrar. 

La mala noticia es que esta pandemia se afrontará de la misma manera, imprimiendo moneda y llevándola al mercado en calidad de "inyección de liquidez", "aumentos en presupuesto", "subsidios" o "auxilios" a cualquiera que sea el sector necesitado para tratar de volver el país a esa "normalidad" anterior a la pandemia, lo que implica que tendremos en futuros meses por efecto de la política macro económica un "posible" aumento de la inflación (incremento generalizado de los precios al consumidor), pérdida del valor de la moneda frente a otras monedas como el dólar (devaluación) y unas instituciones económicas puestas a prueba sobre su capacidad para lograr acuerdos con la banca privada respecto del impacto económico para la población de la que son acreedores. En este mismo sentido, las mayores beneficiadas de la crisis parecen ser las plataformas tecnológicas (particularmente en domicilios), pero que con su sistema de vinculación informal no parecen una solución real (aunque si de momento) a las necesidades de los trabajadores colombianos, todo ello en detrimento de las pymes y mipymes que lastimosamente no estaban preparadas para una situación como la actual. 

Es probable que en algunos casos y producto de evidenciar los problemas que existen de permitir la competencia abierta en sectores sensibles para el auto-abastecimiento y la seguridad nacional, países o regiones enteras promuevan la reconstrucción de cadenas de valor completas dentro de sus fronteras, so pena de no volver a sufrir problemas como los presentados con los respiradores artificiales a nivel internacional, donde algunos países como Estados Unidos, Alemania o Francia vetaron la exportación de estos productos aduciendo intereses nacionales, y dejando a merced de la situación a varios otros países con la misma necesidad. Quizás esto llame a algunos líderes a fortalecer y proteger industrias sensibles para la seguridad nacional y la respuesta a las necesidades locales, como salud, alimentación, manufactura, etc., y cuyas cadenas de valor son grandes y complejas. Es más probable aún que dichas protecciones y fortalecimientos se desarrollen con base en aumentos de aranceles, re-negociación de tratados de libre comercio o barreras técnicas a la importación para dar cabida al fortalecimiento de las mismas, con lo que volveríamos a una etapa denominada "proteccionismo" en el intercambio económico. 

Seguramente, la situación actual cree oportunidades de negocio reales para un sector importante de la sociedad, otros producto de la situación se vean en la necesidad de reinventarse en el mercado laboral, adquiriendo nuevas habilidades y competencias para ingresar a un sector laboral vigente, allí está a prueba la capacidad adaptativa de la sociedad, y en cada región y población se dará en mayor o menor medida, lo que nos llevará a una nueva economía. Es claro que las tendencias a la automatización, al teletrabajo, los neobancos, las plataformas de des-intermediación, al comercio electrónico y demás aspectos de la economía digital se acelerarán e irán cobrando en mayor medida relevancia en la economía colombiana, aunque existen muchos vacíos que a marchas forzadas se irán cubriendo en formato de "medidas de excepción" por la pandemia o "reformas express" que podrán afectar seriamente a los trabajadores y muchos derechos adquiridos en luchas anteriores, porque el camino al progreso no da espera. 


Biografía

Worldometer, datos generales de la población mundial, 19 de mayo de 2020, consultado desde worldometer.info/coronavirus/#contries. 

CNN -Cable News network-medio de información norteamericano de alcance global propiedad de Turner Broadcasting System, mayo 19 de 2020, consultado desde https://cnnespanol.cnn.com/video/desempleo-pib-mexico-estados-unidos-economia-gabriela-frias-portafolio-brk/


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